El
duelo se refiere al conjunto de procesos psicológicos y psicosociales que
siguen a la pérdida de una persona con la que el sujeto estaba vinculado
afectivamente. Existen a su vez una serie de conceptos relacionados que son:
ü
Luto
(mourning en inglés) que representa el proceso mediante el que se
resuelve el duelo. En realidad, es un proceso psicológico pero,
tradicionalmente, en la mayor parte de las culturas, se ha asociado a signos
externos (por ejemplo, en occidente, ropa de color negro) que los familiares
mostraban durante el tiempo que se suponía que se encontraban inmersos en este
proceso. Por ello, representa los aspectos sociales y antropológicos del duelo.
ü
Sentimiento
de pérdida (bereavement en inglés) que es la situación afectiva predominante
en las situaciones de duelo.
ü Elaboración del duelo: Serie de
procesos psicológicos que conducen a aceptar la nueva realidad del sujeto.
Todos
estos conceptos son complementarios y describen un síndrome que presenta unos
síntomas específicos, un curso demostrable, una evolución típica y unas
recomendaciones terapéuticas para su manejo.
EL DUELO EN LAS CLASIFICACIONES PSIQUIATRICAS
En las dos principales
clasificaciones psiquiátricas, el duelo se considera un proceso normal y, por
lo tanto, no aparece en ellas. Cuando el duelo es patológico, se asimilaría a
un trastorno distinto al trastorno de adaptación que no aparece como tal. Los
aspectos específicos en el caso del duelo son:
1)
Estrés desencadenante: En el caso del duelo, la situación estresante es la pérdida de un
ser querido. En general, existe un elevado acuerdo entre los clínicos al
identificar esta situación de estrés.
2)
Periodo de tiempo entre la aparición del estrés y el inicio de la sintomatología: Este
plazo de tiempo en los trastornos de adaptación es arbitrario y no está
fundamentado con estudios de investigación, de hecho, en el DSM-IV se requieren
tres meses y en la CIE-10 un mes. La razón de exigir un tiempo límite es la
necesidad de demostrar que la sintomatología está producida por un factor
desencadenante anterior en el tiempo. En el caso del duelo, el malestar
psicológico siempre empieza en los primeros días tras el fallecimiento del
familiar. A veces, es difícil detectarlo porque el paciente realiza una negación,
pero esa necesidad compulsiva de negar el sufrimiento indica que se está
produciendo el duelo.
3)
Características
de los síntomas: La
clínica que presenta el individuo con duelo incluye síntomas emocionales (tipo
ansiedad, depresión, irritabilidad) y/o alteraciones de conducta, generalmente
antisocial, aunque también puede presentar conductas anormales de enfermedad
(por ejemplo, somatización del malestar psicológico). Este es el apartado más
difícil de diagnosticar, por lo que la fiabilidad entre los clínicos es baja.
Las razones que dificultan el diagnóstico del duelo patológico son:
· Las
clasificaciones psiquiátricas no ofrecen una lista de síntomas guía, como en la
mayoría de los otros trastornos.
· La
clínica debe ser suficientemente intensa como para no considerarse una reacción
vivencial normal, pero no tan severa como para cumplir criterios de otros
trastornos psiquiátricos.
4)
Duración máxima: Las clasificaciones psiquiátricas
exigen un tiempo máximo al trastorno de adaptación de 6 meses. Si el paciente
sigue presentando malestar después de este período implica que no se ha
adaptado a la situación y entonces cumplirá criterios de trastorno depresivo,
de ansiedad o de algún otro trastorno psiquiátrico. El duelo, sin embargo, se considera
que normalmente dura entre 6 y 12 meses.
Perfil de duelo
Para
el perfil de duelo nos valdremos de los indicadores de duelo normal (tabla 2),
indicadores de posible duelo complicado (tabla 3) y los criterios diagnósticos
de duelo complicado.
1.
Duelo normal
Para
hacer un diagnóstico de duelo normal vamos a tener en cuenta las
manifestaciones de duelo normal según Worden (1997) (tabla 2). Para recoger
esta información el profesional puede optar por realizarlo como entrevista semiestructurada
o bien como autoinforme para lo cual se añade un anexo adaptado para la
comprensión de los síntomas por parte del doliente.
2.
Duelo complicado o no resuelto
Se incluyen en esta categoría, las
alteraciones en el curso e intensidad del duelo, bien por exceso (es decir,
manifestaciones excesivas o atípicas, duración más allá de lo socialmente
aceptado), o bien por defecto (ausencia de manifestaciones de pesar).
La incidencia y prevalencia de este
cuadro clínico oscilan, según diferentes autores entre el 5 y el 20 % de las
reacciones de duelo.
Etapas del duelo
a) Fase
de impacto (Silverman) o impasibilidad (Parkes y Clayton): de pocas horas a una
semana.
Una primera etapa denominada “de
impacto”, que dura de pocas horas a una semana después del deceso, que puede
cursar tanto con embotamiento, como con liberación emocional intensa, no siendo
consciente de lo sucedido y mostrando una conducta semiautomática.
Es el momento de los ritos sociales y
familiares del duelo que facilitan la resolución de esta fase. Desde el punto
de vista psicopatológico, la ansiedad es la emoción predominante produciéndose
igualmente un estrechamiento del campo de la consciencia.
b) Fase
de depresión (Clayton) o de repliegue (Silverman): de un mes a un año.
La segunda etapa clasificada de
“repliegue” o depresiva, se prolonga a lo largo de varias semanas o meses, que
se inicia con sintomatología depresiva inhibida, seguida de episodios de
protesta-irritación y aislamiento.
Los rituales socio-religiosos han
finalizado, la persona se encuentra sola ante la realidad de la pérdida y
frecuentemente con la exigencia social imperiosa de reincorporación inmediata a
su vida habitual: retorno al trabajo, cuidado de los familiares a su cargo,
etc.
Durante este período el estado de ánimo
es superponible al de un trastorno depresivo.
c) Fase
de recuperación, curación o restitución: después del año.
La tercera etapa o de “recuperación”,
se produce al cabo de seis meses o un año.
Durante la misma se retorna al nivel de
funcionamiento previo, siendo capaz el familiar del establecimiento de nuevos
lazos afectivos. Frecuentemente esta etapa coincide, con el primer aniversario
del deceso produciéndose en este período una intensificación emocional en la
línea de la nostalgia, tristeza, llanto, recuerdo doloroso, etc., que duran
unos días y que finalmente marcan el final del duelo.
Bourgeois (1996), distingue diferentes
modalidades de duelo complicado, alguno de los cuales, se superponen entre sí:
Tipos de duelo complicado
ü
Duelo
ausente o retardado
Se produce una negación del
fallecimiento con una esperanza infundada de retorno del finado, padeciendo un
intenso cuadro de ansiedad y deteniéndose la evolución del duelo en la primera
fase.
ü
Duelo inhibido
Se produce una “anestesia emocional”,
con imposibilidad de expresar las manifestaciones de la pérdida.
ü
Duelo prolongado o crónico
Con persistencia de la sintomatología
depresiva, más allá de los 6-12 meses. El duelo se detiene en la segunda fase.
ü
Duelo no resuelto
Similar al anterior, permaneciendo el
paciente “fijado”, en la persona fallecida y en las circunstancias que rodearon
su muerte, sin volver a su vida habitual. El duelo se ha detenido entre la
segunda y tercera fase.
ü
Duelo intensificado
Se produce una intensa reacción
emocional tanto precoz como mantenida en el tiempo
ü
Duelo enmascarado
Se manifiesta clínicamente por síntomas
somáticos. Predictores del duelo patológico.
Aunque no existe unanimidad en la
bibliografía consultada acerca de las variables pronóstico, que van a provocar
la transformación de una reacción de pesar normal en una reacción de duelo
patológico, se pueden señalar las siguientes (Macias Fernandez, J.A. y cols):
· La falta de salud física o mental
previa
· La ambivalencia afectiva con
agresividad
· Duelos repetidos
· Mayor fragilidad en el varón
· La muerte repentina
· Reacciones de aniversario
ü
Duelo enmascarado
El doliente experimenta síntomas y
conductas que le dificultan su vida sin ser conciente de ello, ni lo relaciona
con laperdida.
Intervención psicológica ante los
procesos de pérdida, muerte y duelo
Módulo
de intervención en situaciones de emergencia y desastres.
Variará
en función de los requerimientos del suceso concreto.
-
La intervención comienza desde el momento en que se recibe la demanda a
instancias del usuario o derivación de cualquier servicio.
-
La intervención se realizará en el despacho, en la casa del afectado o en
cualquier otro lugar que por las circunstancia se considere apropiado.
-
La intervención y seguimiento puede prolongarse durante un periodo variable de
tiempo sin que cronifique el servicio, contemplando la coordinación y/o
derivación al sistema sanitario.
Es
conveniente que las personas que han sufrido pérdidas, desde materiales hasta
de seres queridos, tengan la oportunidad de conversar sobre sus vivencias y
sentimientos. Los agentes comunitarios pueden brindar ayuda importante a las personas
en este tipo de situaciones.
Entrevista
general de duelo
Utilizando
la propuesta de Barreto y Soler (2007) para la elaboración personal del duelo,
hemos modificado y adaptado este cuestionario biográfico elaborando una
entrevista semiestructurada que recoge todas las áreas importantes a evaluar en
el Duelo. A continuación se presenta un resumen de estas áreas (cuadro 3)
adjuntando en el anexo 4 la entrevista completa. En esta se dan instrucciones
para su realización, entendiendo que a la hora de evaluar a una persona en
duelo hemos de ser flexibles y dar el tiempo que sea necesario, sobre todo en
los primeros contactos. Por esta razón el número de sesiones puede ser flexible
(entre 1 y 3 sesiones). Se recomienda iniciarla con una pregunta general
referida a cada apartado, para lo que se recomienda utilizar la primera que se
presenta, pudiendo completar la información bien a posteriori o bien en otra
sesión. Posiblemente nos encontremos con información que ya tenemos recogida
anteriormente.
Pruebas
específicas del duelo
Una
vez realizada la evaluación general podemos llevar a cabo la específica
utilizando básicamente tres pruebas de duelo:
-
Inventario de Experiencias de Duelo (IED) (tabla 5)
-
Inventario Texas Revisado de Duelo (ITRD) (tabla 6)
-
Cuestionario de Riesgo de duelo Complicado (CRDC)
Algunos
parámetros que se siguen son los siguientes:
Los
principios de la intervención en crisis, especialmente los que se refieren al
contacto psicológico, son validos en estos casos.
- Se reviven con la persona las
circunstancias de la muerte del ser querido, asi como la necesidad de que
celebre el funeral de acuerdo con sus creencias religiosas y costumbres
culturales.
- Se permite a la persona que hable
sobre el ser querido que falleció, mediante recuerdos, relaciones,
significado de la persona, etc.
- Se escucha con una actitud de
paciencia para escuchar varias veces el mismo relato, así como de
tolerancia al llanto y la queja.
- Si el cuerpo de la persona
desaparecida no se ha encontrado, puede presentarse la angustia por la búsqueda,
lo cual lleva al doliente a buscar en los escombros de forma reiterada. Ante
esto se recomienda tolerancia, dado que es un proceso de aceptación mas
lento que en los procesos de duelo en donde aparece el cuerpo.
- Se debe estar preparado para
enfrentar el síndrome del sobreviviente, que consiste en la vivencia de imágenes
de muerte, recuerdos, impresiones, ansiedad, culpa por estar vivo, depresión
y aislamiento.
- La meta no es eliminar el duelo,
sino llevar a la aceptación y resolución de este.
- Dejar hablar y escuchar empáticamente
- Estimular el desahogo de emociones.
- Estimular la despedida y el cierre.
Duelo patológico: Realización de asistencia psicológica individual
y/o familiar para elaborar el proceso de duelo y asumir el fallecimiento del
ser querido a fin de que, pasado un periodo de tiempo prudencial, no
interfieran en la vida de la persona.
Duelo en niños: Intervención psicológica con las familias para
ayudarles a comunicarles la pérdida del ser querido y tratamiento psicológico
cuando ésta no se asume.
Referencias:
- http://www.disaster-info.net/lideres/spanish/mexico/Facilitadores/Lorena%20Saenz/salud%20
- http://www.psicociencias.com/revista/boletines/Manejo%20del%20duelo%20en%20AP.pdf
- http://www.ayuda11m.org/files/manual_intervencion.pdf
- http://www.ucv.ve/uploads/media/INTERVENCION_PSICOL%C3%93GICA_EN_DESASTRES_01.pdf
- http://www.ipbscordoba.es/uploads/noticias/duelo.pdf
La intervención del profesional frente al duelo y la muerte se inicia con la consideración de nuestras propias pérdidas y de las muertes parecidas. Es una de las situaciones en las que el psicólogo puede realizar contratransferencias + fácilmente.
ResponderEliminarEl miedo y la pena son emociones que el psicólogo tiene que aprender a manejar
Todos los que hemos pasado por la pérdida de un ser querido podemos afirmar que aunque esto no fue una experiencia agradable, nos hizo crecer, cambiar, madurar, ver la vida desde otra perspectiva
ResponderEliminarA lo largo de la vida, todos los seres humanos sufren en mayor o menor medida el duelo por una pérdida. Es una experiencia inevitable que conlleva sufrimiento pero también puede ser una oportunidad de crecimiento
ResponderEliminarEl duelo que trae una perdida con un debido apoyo social, familiar y psicológico es muy importante para la salud emociona y menta de ser humano
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