“La
fuerza sanadora que existe naturalmente, dentro de cada
Uno
de nosotros, es la fuerza más
poderosa que existe para
promover
nuestra sanación”
HIPOCRATES
El trabajo de socorrismo,
sea de corta o larga duración, producen situaciones que provocan malestar clínico
significativo, y/o deterioro laboral.
El principal objetivo
inmediato con trabajadores expuestos a situaciones estresantes, conflictivas y
traumáticas es el de minimizar la severidad y duración del trauma emocional. Se
debe permitir la expresión de sus emociones y ayudarlos a entender y comprender
sus sentimientos y los efectos psicológicos que puedan aparecer algunas semanas
después.
Existen técnicas de
desmovilización psicológica que se orientan a estos objetivos y que se conocen
como el Defusing, Desmobilización y Sesión única de Debriefing. Estas
técnicas las pueden ser realizadas por personal entrenado, pero de preferencia
por psicólogos previamente capacitados.
ü El Defusing
Es una técnica útil para ayudar a personas que intervienen
o hayan intervenido en un evento doloroso o traumático. El objeto es aliviar
los efectos de esta experiencia, antes de regresar a sus hogares o a sus
servicios acostumbrados. La reunión se realiza inmediatamente después de
haberse concluido el evento. Tiene una duración aproximada de 20 minutos a una
hora y consiste de tres fases: (1) introducción, (2) búsqueda, (3) información.
Durante el Defusing, los participantes, con la ayuda
del jefe, coordinador o encargado del grupo, conversan libremente sobre las
impresiones y vivencias experimentadas durante el evento. Mientras los
participantes hablan, el jefe o encargado irá identificando aquellos elementos
que vayan reconociéndose como reacciones de estrés y aquellos reacciones que
son características de trauma. La propósito es una identificación o reconocimiento
dirigido, de reacciones y síntomas, con el fin de que la persona pueda ir
aceptando sus propias reacciones e ir considerándolas normales y generadas por
estas circunstancias particulares. El jefe o coordinador, describe además, las
diferentes modalidades de afrontamiento al estrés y a eventos traumáticos.
En ocasiones, el Defusing puede servir como
procedimiento sustitutorio de la sesión del debriefing, sin embargo hay señales
de que los participantes necesitan de mayor soporte y ayuda y esto lo da el
Debriefing.
ü La Desmovilización
Es una intervención brevísima que se realiza al final de
todo el acontecimiento crítico. Es una técnica de soporte grupal que tiene como
finalidad disminuir la presencia de perturbaciones cognitivas y reacciones
emocionales reactiva y desadaptativas y facilitar su descarga. Un operador o
facilitador, invita a los miembros del grupo a una reunión. Durante los
primeros diez minutos informa al grupo sobre síntomas de estrés y
procedimientos de autoayuda. Los participantes luego, emplean un corto período
de tiempo para hablar, de manera informal, sobre su experiencia y reacciones.
Después de un breve descanso o un refrigerio, regresan a sus hogares y a sus
actividades normales.
ü Debriefing
Las consecuencias psicológicas de una experiencia
traumática, a menudo subestimada, provocan un deterioro más o menos lento de la
capacidad adaptativa y socio-comunicativa de un individuo. En tal sentido, una
intervención psicológica es de fundamental relevancia.
El Defriefing es un instrumento importante que
ofrece alivio a la persona a la vez que le posibilita la exteriorizar y
comparar sus ideas, recuerdos y emociones perturbadoras con las de otras
personas, de modo tal que el sujeto víctima pueda comprenderlas y
normalizarlas.
La técnica consiste en una sola sesión con el objeto de
hacer un análisis detallado del incidente y la recapitulación de las ideas,
sentimientos, reacciones emocionales y de comportamiento que se manifestaron
durante y después de los hechos.
Este procedimiento también suministra información (normas
de comportamiento) sobre algunos aspectos significativos, que permitan la
integración del evento estresante, conflictivo o traumático, a la experiencia
previa del individuo como persona. La técnica permite que las personas
involucradas expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias
reacciones de estrés, de tal modo que no se refuerce en ellas, una
interpretación equivocada sobre el evento.
Es una reunión estructurada, organizada que se realiza
después de un episodio particularmente perturbador. Está dirigida a grupos,
aunque también se utiliza en forma individual. Su objetivo es prevenir
problemas emocionales y proteger la salud mental de aquellos que han sido
víctimas de un evento estresante, conflictivo, doloroso o traumático.
La composición del grupo es un componente importante en
este tipo de intervención, pues es el grupo el que facilita la dinámica de cada
una de las fases que componen esta técnica. El éxito cognitivo de la misma, se
obtiene cuando cada uno de los participantes logra describir, a título
individual, lo que le ocurrió durante el evento. Recogida la experiencia de
todos los participantes, se intenta confeccionar un cuadro detallado y completo
de todo el evento.
La composición del grupo es también importante,
especialmente en la fase de los síntomas, pues el solo hecho de que otras personas
experimente reacciones similares, contribuye a normalizar estas reacciones.
Esta experiencia es útil pues integra la experiencia vivida desde el punto de
vista de la víctima.
La base y la lógica del Debriefing son relativamente
simples y solo se evidencia la complejidad de su dinámica cuando surgen
síntomas graves de estrés en alguno de los participantes. Su importancia radica
en el hecho de que sirve como técnica de prevención para el surgimiento de
estrés post-traumático.
El Debriefing tiene los siguientes objetivos:
· Permite que las
personas involucradas expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias
reacciones de estrés antes de que se refuerce dentro de ellas, una
interpretación equivocada del evento.
· Reduce el riesgo de
estrés traumático, causa principal de serios disturbios y alteraciones en las
relaciones interpersonales. Esto implica: conversar, escuchar y reconciliarse.
·
Proporciona apoyo y
consuelo
· Suministra información
útil para la comprensión de las propias reacciones al enfrentar el trauma.
· Suministra información
útil para el manejo autónomo del estrés.
· Crea lazos
interpersonales que permiten combatir el aislamiento social que aparece luego
de una situación estresante seria.
· Crea una relación
segura y de confianza con instituciones sanitarias, para recurrir a ellas en
caso de necesidad.
· Se incrementa la
colaboración y la confianza en las organizaciones asociadas a su trabajo.
La sesión de Debriefing
no es “consejería”, tampoco es una psicoterapia de uso tradicional, no es
tampoco una “cura” o un “remedio”. Es el intento de limitar al mínimo la
posibilidad de una reacción psicológica de proporciones altamente
perjudiciales.
Es importante subrayar
el hecho de que esta técnica no necesariamente impide el surgimiento de un
disturbio post-traumático; sin embargo puede ser útil al individuo porque le
proporciona herramientas que le permitan limitar, comprender y emprender
iniciativas posteriores. La sesión de Debriefing es, por lo tanto, una técnica
de intervención que entra dentro de la óptica de la prevención primaria y su
eficiencia se observa con el tiempo.
PROCEDIMIENTO:
a)
Lapso de aplicación: El Debrieging es una sesión única que se recomienda aplicar
a las 24 o 48 horas de finalizado el evento, dejando un tiempo prudencial para
que las personas involucradas se recuperen de la primera conmoción física y
emocional. La intervención puede aplicarse después, pero no es recomendable
hacerlo luego de 12 semanas de haber sucedido el evento, pues con el tiempo los
recuerdos se vuelven confusos y esto reduce la eficacia de la intervención.
b) Duración de la sesión:
Se trata de una sesión única cuya
duración es de aproximadamente cuarenta y cinco minutos a tres horas. La
duración depende del número de participantes y de la complejidad de la
situación.
c)
Ambiente: En la medida de lo posible, el lugar donde se aplique el
Debriefing debe ser un lugar cerrado, sin interrupciones de ningún tipo. Los
celulares apagados. Según el tamaño del grupo, lo más conveniente es hacerlo en
círculo y si es posible, alrededor de una mesa. Sin embargo, si el caso lo
requiere, se puede utilizar el sistema que se utiliza en la terapia de grupo,
que deja un espacio vacío al centro.
d)
El Conductor: El debriefing debe ser conducido por una persona
acreditada y debe estar asistido por uno o dos colaboradores. No se permiten
observadores.
El conductor del grupo debe ser preferentemente un
profesional de la psicología o profesional de salud mental, capaz de delinear
los objetivos, dirigir los tiempos, facilitar el proceso de elaboración y
evitar el surgimiento de procesos destructivos. Debe estar familiarizado con el
trabajo del grupo.
• Tener conocimientos
sobre reacciones de estrés, ansiedad y tipos de tratamiento. Estar además
familiarizado con reacciones ante situaciones conflictivas, dolorosas y
traumáticas.
•
Dar las instrucciones
y normas de comportamiento a los integrantes.
•
Anotar la dinámica del
grupo
•
No permitir la entrada
o salida del local a ninguno de los integrantes
• Dedicar más tiempo a
aquellas personas que parecen estar particularmente afectadas.
•
Hacer un informe
escrito, detallando el evento.
Los colaboradores cumplen las siguientes funciones:
· Uno de los
colaboradores –por lo general un colega o persona capacitada—controlará las
señales de malestar entre los miembros.
· Un segundo colaborar
–vigilante-- impedirá el acceso no autorizado. Se encarga además, de asistir al
participante que se aparte del grupo, acompañándolo y ofreciéndole apoyo y
soporte individual. Si el caso lo requiere, trabaja con esta persona en forma
individual o dispone que se le haga un seguimiento. En el caso de que uno de
los participantes se niegue a seguir, lo apoya y acompaña fuera de la reunión y
le ofrece soporte individual o dispone un seguimiento. Si es oportuno, lo
invita a ingresar nuevamente al grupo.
e)
Composición del grupo:
El grupo debe estar conformado por 8
a 15 personas, a menos que las circunstancias sean especiales. Sin embargo, si
el número de integrantes es mayor de 15, el grupo se puede dividir en
subgrupos.
FASES DE LA SESIÓN ÚNICA DE DEBRIEFING
El Debriefing es un proceso
que cuenta con varias fases. Estas fases se deben seguir unas detrás de la
otra. Estas fases son las siguientes:
1. Introducción
La introducción debe ser clara, específica y estar
basada en un esquema preciso para reducir el riesgo de que algo salga mal --de
allí su importancia. Durante esta fase se presenta al equipo que va a conducir
la reunión –conductor, colaborador 1 y colaborador 2— y se presentan los
participantes entre sí. Se expone el tema, los objetivos, la descripción del
proceso, se definen los límites, se invita a la confidencialidad. Se motiva al
grupo y se procura la cohesión provisional.
Se inicia la introducción diciendo algo como lo
siguiente: “Soy (el conductor dice su nombre y el nombre de los
colaboradores…). Mi función durante esta reunión es… y la de mis colaboradores…
Este procedimiento ha sido empleado con personas víctimas de un evento similar
al que ustedes han experimentado. Participar en él ha sido para estas personas,
de mucha utilidad. Por medio de su participación podremos compartir algunas
impresiones y estados de ánimo que nunca antes habíamos experimentado. Así nos
daremos cuenta de que ciertas impresiones y estados de ánimo también son
compartidas por otras personas y por lo tanto son normales. Este intercambio de
impresiones y de estados de ánimo les ayudará a reconocer ideas cargadas de
emotividad que a la larga podrán controlar.”
Luego de finalizada esta disertación, se pasa a
indicar las pautas de la reunión:
Se motiva a los participantes a que cada uno hable sobre
las generalidades de lo ocurrido y su relación con los hechos. El resto de los
miembros deberán escuchar en silencio y sin interrumpir, esperando su turno.
•Se tranquiliza a los participantes
diciéndoles que nadie está obligado a hablar si no lo desea.
•Se especifica que todo lo que se
diga o se vea durante la reunión quedará en secreto dentro del grupo. No debe
haber ningún comentario fuera del grupo. El objetivo es mantener la reserva y
motivar a que se pueda hablar con confianza y sin reparos.
•Aclarar a los presentes, que el
objetivo de la reunión no es la de criticar, enjuiciar o adjudicar culpas. Con
esto se intenta evitar reproches, críticas o juicios entre los participantes y
que alguno se sienta perturbado.
•Se le pide a los participantes que
hable solo de sus experiencias y reacciones personales y no la de otros. El fin
es prevenir generalizaciones y prejuicios y ayudar al participante a que asuma
su propia responsabilidad sobre sus reacciones y su estado de ánimo.
•Se advierte que durante la reunión,
alguno de los participantes pueda sentirse mal. Se explica que esta es una
reacción normal producida por los recuerdos dolorosos del evento.
•Se advierte que si alguien sufre
alguna crisis profunda de ansiedad, podrá retirarse del grupo y que una persona
del equipo se quedará con ella acompañándolo.
•Se enfatiza el hecho de que la
sesión se realizará sin interrupciones y que por lo tanto, quienes quieran ir
al baño que lo hagan de inmediato.
•Se hace una breve descripción de la
estructura de la reunión.
2. Fase de los hechos
En esta fase, cada participante relata lo ocurrido
durante el evento. Cada uno describe la manera cómo se involucró, seguido de
una secuencia de hechos. La finalidad es poder delinear un cuadro claro y
correcto de los hechos tal como sucedieron.
De acuerdo a su posición dentro del evento, el
sujeto tendrá una visión parcial del mismo y por ello, algunos podrían haber
omitido aspectos esenciales. Al escuchar el relato de los hechos de todos los
participantes, se conocen los hechos en su totalidad, lo que permite realizar
formulaciones completas y tener la sensación de una organización cognitiva.
Uno de los objetivos principales de la sesión de
Debriefing es la de suministrar a la personas involucradas, la posibilidad de
razonar y ver objetivamente los hechos, en lugar de sentirse dominado por
ellos.
Con esta fase, se favorece la compresión del
acontecimiento, se construye una imagen global de los eventos con la ayuda de
todos los componentes y se evita entrar directamente al campo de las emociones.
3. Fase del pensamiento
Esta fase está enfocada hacia las decisiones y los
procesos de pensamiento. A los participantes se les pide que describan por
turno, su primer pensamiento o aquello predominante, una vez que se dio cuenta
de que la situación era anormal.
Se inicia esta fase con preguntas como las
siguientes: “¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos mientras estaba sucediendo
el evento?”. El primer pensamiento puede reflejar el núcleo central de la
ansiedad. Una pregunta posterior podría ser: “¿Qué hizo usted mientras
estaban sucediendo los hechos?” y “¿por qué?”
Al final de esta fase, se profundiza en la
impresión que los participantes tuvieron sobre el evento. Las siguientes son
preguntas que ayudan a conocer las percepciones: “¿Qué ha visto, oído o
percibido por el sentido… del olfato … la vista…etc.?”. Las impresiones
sensoriales moldean la base de los pensamientos e ideas intrusas que pueden ser
causa de perturbaciones después de un evento traumático.
El compartir y expresar verbalmente los recuerdos
con otras víctimas, sobre lo que ocurrió permite, permite disminuir la
frecuencia y la intensidad de las ideas y pensamientos. Esto ocurre porque los
recuerdos nos vienen a la memoria como estructuras cognitivas que nos previenen
actuar en forma accidental. Compartir los recuerdos permite su reorganización y
le da una característica menos individual y menos invasiva. En definitiva,
durante esta fase, el pensamiento representa la transición del campo emotivo al
cognitivo.
4. Fase de la reacción
En esta fase se examinan las emociones y
sentimientos y se induce a que la persona los relate. El obviar las emociones y
los sentimientos puede perjudicar a la persona por eso es importante que se
comparta con el grupo. .
Se solicita a los participantes que compartan las
emociones, sentimientos y sensaciones provocadas por la experiencia y como se
están manifestando en la actualidad.
La dinámica de compartir las emociones y
sentimientos, provoca la percepción de semejanza y normalidad de las
reacciones. Se inicia con preguntas como: “Qué idea o pensamiento le han
surgido en relación a la experiencia sufrida?” Se la oportunidad a la
persona, de hablar sobre sus reacciones relacionadas con ideas o pensamientos
del evento.
Hablar sobre emociones, sentimientos y reacciones
es fundamental, ya que el propio entorno de esta experiencia es causa de
confusión que a la larga pueden dar lugar a dificultades.
Durante esta fase, es importante que todos tengan
la oportunidad de hablar, pero el conductor debe estar pendiente de que no
surja ningún juicio o crítica. Esto es esencial porque uno de los principales
procesos terapéuticos del Debriefing es diseñar con la familia, el amigo o el
conocido, las estrategias necesarias para enfrentar los problemas emocionales
mutuos y no para tomar actitudes críticas dentro del grupo. El participante
deben saber que es saludable expresar sus propios sentimientos y emociones, que
estos no lo dominarán y que encontrará apoyo y seguridad en los otros.
Durante esta fase, es probable que alguno de los
participantes se emocione de manera incontrolable o muestre signos dolor
profundo o perturbación. Ocasiones como esta nos da la oportunidad de
incentivar la capacidad de apoyo y soporte por parte de otros, especialmente de
aquella persona que se encuentra al lado del que está presentando el
sufrimiento o dificultad. En estos casos, el conductor, debe invitar al
compañero –o si el caso lo requiere, hacerlo él mismo— a manifestar un gesto de
confortación a través de un abrazo o colocando la mano sobre el hombro de la
persona que está sufriendo. Este gesto también lo puede hacer uno de los
colaboradores, quien debe estar pendiente de las reacciones que surjan en los
integrantes del grupo y acudir a brindar apoyo, cuando observe algún tipo de
malestar.
Si una persona lo desea, puede salir de la reunión
acompañada de uno de los colaboradores, quien se quedará con él hasta volver a
ingresar al grupo.
Es importante tener en cuenta que también hay
personas que dan la impresión de sufrir mucho, pero que se mantienen en
silencio o presentan síntomas extremos. Estas personas son las que corren mayor
riesgo. Al terminar la reunión es aconsejable que a estos individuos se les
proporcione ayuda individual.
Puede suceder que durante esta fase, surja en
alguno de los sujeto, recuerdos traumáticos de su pasado; en estos casos, el
conductor con delicadeza debe intentar darle consejo para superar este recuerdo
traumático, pero por lo general, las experiencias individuales y no comunes al
grupo, deben ser excluidas del Debriefing.
5. Fase de los síntomas
Aquí se discuten con mayor detalle, determinadas
reacciones. Durante esta fase es importante que se evalúen los síntomas y
reacciones que se presentaron durante y después de la experiencia traumática.
Si el grupo no quiere hablar sobre este tema, el conductor comenzará hablando
sobre reacciones típicas, a la vez que va preguntando a los participantes si el
evento le provocó o le ha provocado alguno de estos síntomas o reacciones.
Se le solicita a los participantes que describan
reacciones y síntomas (emotivos, cognitivos y físicos) que hayan experimentado
durante la reconstrucción del evento, sus propias conclusiones, sus reacciones
cuando llegaron a su casa, durante los días que sucedieron al evento y en el
momento actual.
Sin duda alguna, los participantes informarán sobre
algunos síntomas que se relacionan con el estrés post-traumático: revivir los
acontecimientos, tendencia al aislamiento, imágenes intrusas, estupor. Es posible
que algunos sujetos reporten haber tenido impresiones poco significativas o no
haber experimentado alguna reacción para el momento del evento y que empezaron
a sufrir tensiones muy angustiosos a las 48 horas después del mismo; también
pueden informar sobre reacciones fóbicas que pueden surgir sobre el lugar del
evento. Asimismo, puede ocurrir que algún participante manifieste que tiene la
sensación de no haber obtenido apoyo adecuado por parte de su familia o de su
entorno, por falta de comprensión de la experiencia traumática sufrida.
6. Fase de formación y formulación
En esta fase el conductor hará una síntesis de las
reacciones que presentan los participantes. Debe subrayar las similitudes en las
reacciones y normalizarlas. Es importante resaltar el hecho de que este tipo de
reacciones son normales y comprensibles cuando nos enfrentamos a eventos
anormales. El conductor debe además mencionar todos los síntomas posibles que
podrían presentarse en los días o semanas siguientes y recalcar que estos son
síntomas normales que se espera disminuyan después de un tiempo. Esto les
permite a los miembros del grupo, crear expectativas y formular algunas
estrategias de afrontamiento.
Parte de la labor del conductor en esta fase, es la
de enseñar técnicas de afrontamiento al estrés, motivar hacia modelos de
comportamiento saludable como sueño, alimentación, descanso, actividad física,
evitar alcohol o sustancias nocivas para la salud.
7. Fase de
Recuperación.
En esta fase se motiva al grupo para que hable
sobre sus proyectos futuros y sus estrategias de afrontamiento: soporte
familiar y soporte dado por grupos homogéneos. Aquí se coloca el incidente y la
experiencia en una perspectiva apropiada y suministra las indicaciones
necesarias para una comprensión constructiva y la solución del estrés o el
trauma. Esta es la última oportunidad para aclarar cualquier aspecto, responder
a preguntas o interrogantes, hacer las conclusiones y reinsertar nuevamente al
grupo a sus funciones normales.
Se debe motivar a los participantes a que conserven
la cohesión del grupo y que se mantengan en contacto con el equipo conductor y
acudir a el en caso necesario.
8. El seguimiento
Tiene diversas modalidades: telefonear, enviar
correos electrónicos (e-mails), utilizar el Chat para responder interrogantes,
posterior reunión con el grupo, evaluación psicológica.
Recomendaciones para los coordinadores de servicio
ü
Mantenga al
socorrista informado de la situación.
ü
Tanto come sea
posible.
ü
Tenga siempre
presente las señales de estrés.
ü
Provea rotaciones
para los socorristas.
ü
Permita que se hable
sobre sentimientos.
ü Comidas y bebidas apropiadas
ü Facilidades de servicio higiénico
ü Proporcione un lugar de descanso
ü Establezca horarios de trabajo
ü De oportunidad para que los socorristas expresen sus sentimientos
ü Nadie, que retorna, se reintegra a su rutina diaria sin haber pasado
por desmovilización psicológica.
En caso de incidente crítico:
1. Involucrar a los brigadistas de apoyo psicosocial.
2. Evitar que la familia se entere por medios de la prensa.
3. Tener un equipo de intervención en crisis disponible por adelantado.
4. La notificación la debe dar un superior o amigo del socorrista caído.
Sugerencias:
En la intervención psicológica, el debreafing es una técnica destinada a cerrar e integrar acontecimientos potencialmente traumáticos, introduciendo a su vez aprendizajes emocionales y técnicos. Debe realizarse al menos 72 horas después de dicho acontecimiento, con una duración aproximada de dos horas, y una revisión posterior transcurridas ocho semanas.
ResponderEliminarEl principal objetivo al utilizar estas tecnicas es PREVENIR la incidencia de respuestas psicológicas de carácter inadaptativo en el individuo y la población que puedan afectar el proceso de reconstrucción físico, económico y psicosocial.
ResponderEliminarLos equipos de primera respuesta integrándolos con el trabajo del psicólogo del equipo participando en sus programas de capacitación, diseñando programas de contención psicológica en las operaciones sirven de ayuda en la vuelta a la rutina del trabajo y del hogar posterior a la participación en emergencias y/o desastres.
ResponderEliminarUn buen tema el que nos presentas, ya que siempre se suele ver una sola cara de la moneda; la cual involucra intervenir con los afectados del desastre que para la mayoría son los sobrevivientes, sus familiares y los familiares de los fallecidos, mas no se considera como tal a los equipos de primera respuesta quienes lidian con el sufrimiento humano en su labor diaria, por ello, requieren de ayuda psicológica para retornar a sus labores diarias de la manera más favorable y a la cotidianidad de sus vidas, sin verse seriamente afectados por dichas experiencias traumáticas. He ahí que radica la importancia de conocer y entrenarse en Técnicas de Desmovilización Psicológica.
ResponderEliminarBueno es papel del psicólogo es el escuchar y normalizar mientras el personal de bomberos u otros trabajan, se le puede brindar un acompañamiento psicológico tan sólo escuchando, dejando que se desahogue, haciéndole ver que sus miedos, ansiedades, nervios son normales ante una situación de alto estrés.
ResponderEliminarMuy buen tema, solvento muchas dudas.
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