sábado, 30 de noviembre de 2013

Tema XIII: Técnicas de desmovilizacion psicológica




“La fuerza sanadora que existe naturalmente, dentro de cada
Uno de nosotros, es la fuerza más poderosa que existe para
promover nuestra sanación”
HIPOCRATES




El trabajo de socorrismo, sea de corta o larga duración, producen situaciones que provocan malestar clínico significativo, y/o deterioro laboral.
El principal objetivo inmediato con trabajadores expuestos a situaciones estresantes, conflictivas y traumáticas es el de minimizar la severidad y duración del trauma emocional. Se debe permitir la expresión de sus emociones y ayudarlos a entender y comprender sus sentimientos y los efectos psicológicos que puedan aparecer algunas semanas después.
Existen técnicas de desmovilización psicológica que se orientan a estos objetivos y que se conocen como el Defusing, Desmobilización y Sesión única de Debriefing. Estas técnicas las pueden ser realizadas por personal entrenado, pero de preferencia por psicólogos previamente capacitados.

ü El Defusing

Es una técnica útil para ayudar a personas que intervienen o hayan intervenido en un evento doloroso o traumático. El objeto es aliviar los efectos de esta experiencia, antes de regresar a sus hogares o a sus servicios acostumbrados. La reunión se realiza inmediatamente después de haberse concluido el evento. Tiene una duración aproximada de 20 minutos a una hora y consiste de tres fases: (1) introducción, (2) búsqueda, (3) información.
Durante el Defusing, los participantes, con la ayuda del jefe, coordinador o encargado del grupo, conversan libremente sobre las impresiones y vivencias experimentadas durante el evento. Mientras los participantes hablan, el jefe o encargado irá identificando aquellos elementos que vayan reconociéndose como reacciones de estrés y aquellos reacciones que son características de trauma. La propósito es una identificación o reconocimiento dirigido, de reacciones y síntomas, con el fin de que la persona pueda ir aceptando sus propias reacciones e ir considerándolas normales y generadas por estas circunstancias particulares. El jefe o coordinador, describe además, las diferentes modalidades de afrontamiento al estrés y a eventos traumáticos.
En ocasiones, el Defusing puede servir como procedimiento sustitutorio de la sesión del debriefing, sin embargo hay señales de que los participantes necesitan de mayor soporte y ayuda y esto lo da el Debriefing.

ü La Desmovilización

Es una intervención brevísima que se realiza al final de todo el acontecimiento crítico. Es una técnica de soporte grupal que tiene como finalidad disminuir la presencia de perturbaciones cognitivas y reacciones emocionales reactiva y desadaptativas y facilitar su descarga. Un operador o facilitador, invita a los miembros del grupo a una reunión. Durante los primeros diez minutos informa al grupo sobre síntomas de estrés y procedimientos de autoayuda. Los participantes luego, emplean un corto período de tiempo para hablar, de manera informal, sobre su experiencia y reacciones. Después de un breve descanso o un refrigerio, regresan a sus hogares y a sus actividades normales.

ü Debriefing

Las consecuencias psicológicas de una experiencia traumática, a menudo subestimada, provocan un deterioro más o menos lento de la capacidad adaptativa y socio-comunicativa de un individuo. En tal sentido, una intervención psicológica es de fundamental relevancia.
El Defriefing es un instrumento importante que ofrece alivio a la persona a la vez que le posibilita la exteriorizar y comparar sus ideas, recuerdos y emociones perturbadoras con las de otras personas, de modo tal que el sujeto víctima pueda comprenderlas y normalizarlas.
La técnica consiste en una sola sesión con el objeto de hacer un análisis detallado del incidente y la recapitulación de las ideas, sentimientos, reacciones emocionales y de comportamiento que se manifestaron durante y después de los hechos.
Este procedimiento también suministra información (normas de comportamiento) sobre algunos aspectos significativos, que permitan la integración del evento estresante, conflictivo o traumático, a la experiencia previa del individuo como persona. La técnica permite que las personas involucradas expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias reacciones de estrés, de tal modo que no se refuerce en ellas, una interpretación equivocada sobre el evento.
Es una reunión estructurada, organizada que se realiza después de un episodio particularmente perturbador. Está dirigida a grupos, aunque también se utiliza en forma individual. Su objetivo es prevenir problemas emocionales y proteger la salud mental de aquellos que han sido víctimas de un evento estresante, conflictivo, doloroso o traumático.
La composición del grupo es un componente importante en este tipo de intervención, pues es el grupo el que facilita la dinámica de cada una de las fases que componen esta técnica. El éxito cognitivo de la misma, se obtiene cuando cada uno de los participantes logra describir, a título individual, lo que le ocurrió durante el evento. Recogida la experiencia de todos los participantes, se intenta confeccionar un cuadro detallado y completo de todo el evento.
La composición del grupo es también importante, especialmente en la fase de los síntomas, pues el solo hecho de que otras personas experimente reacciones similares, contribuye a normalizar estas reacciones. Esta experiencia es útil pues integra la experiencia vivida desde el punto de vista de la víctima.
La base y la lógica del Debriefing son relativamente simples y solo se evidencia la complejidad de su dinámica cuando surgen síntomas graves de estrés en alguno de los participantes. Su importancia radica en el hecho de que sirve como técnica de prevención para el surgimiento de estrés post-traumático.

El Debriefing tiene los siguientes objetivos:

·  Permite que las personas involucradas expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias reacciones de estrés antes de que se refuerce dentro de ellas, una interpretación equivocada del evento.

·   Reduce el riesgo de estrés traumático, causa principal de serios disturbios y alteraciones en las relaciones interpersonales. Esto implica: conversar, escuchar y reconciliarse.
·         Proporciona apoyo y consuelo
·   Suministra información útil para la comprensión de las propias reacciones al enfrentar el trauma.
·       Suministra información útil para el manejo autónomo del estrés.
·     Crea lazos interpersonales que permiten combatir el aislamiento social que aparece luego de una situación estresante seria.
·      Crea una relación segura y de confianza con instituciones sanitarias, para recurrir a ellas en caso de necesidad.
·        Se incrementa la colaboración y la confianza en las organizaciones asociadas a su trabajo.

La sesión de Debriefing no es “consejería”, tampoco es una psicoterapia de uso tradicional, no es tampoco una “cura” o un “remedio”. Es el intento de limitar al mínimo la posibilidad de una reacción psicológica de proporciones altamente perjudiciales.
Es importante subrayar el hecho de que esta técnica no necesariamente impide el surgimiento de un disturbio post-traumático; sin embargo puede ser útil al individuo porque le proporciona herramientas que le permitan limitar, comprender y emprender iniciativas posteriores. La sesión de Debriefing es, por lo tanto, una técnica de intervención que entra dentro de la óptica de la prevención primaria y su eficiencia se observa con el tiempo.

PROCEDIMIENTO:

a)      Lapso de aplicación: El Debrieging es una sesión única que se recomienda aplicar a las 24 o 48 horas de finalizado el evento, dejando un tiempo prudencial para que las personas involucradas se recuperen de la primera conmoción física y emocional. La intervención puede aplicarse después, pero no es recomendable hacerlo luego de 12 semanas de haber sucedido el evento, pues con el tiempo los recuerdos se vuelven confusos y esto reduce la eficacia de la intervención.
b) Duración de la sesión: Se trata de una sesión única cuya duración es de aproximadamente cuarenta y cinco minutos a tres horas. La duración depende del número de participantes y de la complejidad de la situación.
c)      Ambiente: En la medida de lo posible, el lugar donde se aplique el Debriefing debe ser un lugar cerrado, sin interrupciones de ningún tipo. Los celulares apagados. Según el tamaño del grupo, lo más conveniente es hacerlo en círculo y si es posible, alrededor de una mesa. Sin embargo, si el caso lo requiere, se puede utilizar el sistema que se utiliza en la terapia de grupo, que deja un espacio vacío al centro.
d)     El Conductor: El debriefing debe ser conducido por una persona acreditada y debe estar asistido por uno o dos colaboradores. No se permiten observadores.
El conductor del grupo debe ser preferentemente un profesional de la psicología o profesional de salud mental, capaz de delinear los objetivos, dirigir los tiempos, facilitar el proceso de elaboración y evitar el surgimiento de procesos destructivos. Debe estar familiarizado con el trabajo del grupo.
 Tener conocimientos sobre reacciones de estrés, ansiedad y tipos de tratamiento. Estar además familiarizado con reacciones ante situaciones conflictivas, dolorosas y traumáticas.
     Dar las instrucciones y normas de comportamiento a los integrantes.
     Anotar la dinámica del grupo
     No permitir la entrada o salida del local a ninguno de los integrantes
  Dedicar más tiempo a aquellas personas que parecen estar particularmente afectadas.
     Hacer un informe escrito, detallando el evento.

Los colaboradores cumplen las siguientes funciones:

·      Uno de los colaboradores –por lo general un colega o persona capacitada—controlará las señales de malestar entre los miembros.
·   Un segundo colaborar –vigilante-- impedirá el acceso no autorizado. Se encarga además, de asistir al participante que se aparte del grupo, acompañándolo y ofreciéndole apoyo y soporte individual. Si el caso lo requiere, trabaja con esta persona en forma individual o dispone que se le haga un seguimiento. En el caso de que uno de los participantes se niegue a seguir, lo apoya y acompaña fuera de la reunión y le ofrece soporte individual o dispone un seguimiento. Si es oportuno, lo invita a ingresar nuevamente al grupo.
e)      Composición del grupo: El grupo debe estar conformado por 8 a 15 personas, a menos que las circunstancias sean especiales. Sin embargo, si el número de integrantes es mayor de 15, el grupo se puede dividir en subgrupos.

FASES DE LA SESIÓN ÚNICA DE DEBRIEFING

El Debriefing es un proceso que cuenta con varias fases. Estas fases se deben seguir unas detrás de la otra. Estas fases son las siguientes:

1. Introducción

La introducción debe ser clara, específica y estar basada en un esquema preciso para reducir el riesgo de que algo salga mal --de allí su importancia. Durante esta fase se presenta al equipo que va a conducir la reunión –conductor, colaborador 1 y colaborador 2— y se presentan los participantes entre sí. Se expone el tema, los objetivos, la descripción del proceso, se definen los límites, se invita a la confidencialidad. Se motiva al grupo y se procura la cohesión provisional.
Se inicia la introducción diciendo algo como lo siguiente: “Soy (el conductor dice su nombre y el nombre de los colaboradores…). Mi función durante esta reunión es… y la de mis colaboradores… Este procedimiento ha sido empleado con personas víctimas de un evento similar al que ustedes han experimentado. Participar en él ha sido para estas personas, de mucha utilidad. Por medio de su participación podremos compartir algunas impresiones y estados de ánimo que nunca antes habíamos experimentado. Así nos daremos cuenta de que ciertas impresiones y estados de ánimo también son compartidas por otras personas y por lo tanto son normales. Este intercambio de impresiones y de estados de ánimo les ayudará a reconocer ideas cargadas de emotividad que a la larga podrán controlar.”

Luego de finalizada esta disertación, se pasa a indicar las pautas de la reunión:
Se motiva a los participantes a que cada uno hable sobre las generalidades de lo ocurrido y su relación con los hechos. El resto de los miembros deberán escuchar en silencio y sin interrumpir, esperando su turno.
•Se tranquiliza a los participantes diciéndoles que nadie está obligado a hablar si no lo desea.
•Se especifica que todo lo que se diga o se vea durante la reunión quedará en secreto dentro del grupo. No debe haber ningún comentario fuera del grupo. El objetivo es mantener la reserva y motivar a que se pueda hablar con confianza y sin reparos.
•Aclarar a los presentes, que el objetivo de la reunión no es la de criticar, enjuiciar o adjudicar culpas. Con esto se intenta evitar reproches, críticas o juicios entre los participantes y que alguno se sienta perturbado.
•Se le pide a los participantes que hable solo de sus experiencias y reacciones personales y no la de otros. El fin es prevenir generalizaciones y prejuicios y ayudar al participante a que asuma su propia responsabilidad sobre sus reacciones y su estado de ánimo.
•Se advierte que durante la reunión, alguno de los participantes pueda sentirse mal. Se explica que esta es una reacción normal producida por los recuerdos dolorosos del evento.
•Se advierte que si alguien sufre alguna crisis profunda de ansiedad, podrá retirarse del grupo y que una persona del equipo se quedará con ella acompañándolo.
•Se enfatiza el hecho de que la sesión se realizará sin interrupciones y que por lo tanto, quienes quieran ir al baño que lo hagan de inmediato.
•Se hace una breve descripción de la estructura de la reunión.

2. Fase de los hechos

En esta fase, cada participante relata lo ocurrido durante el evento. Cada uno describe la manera cómo se involucró, seguido de una secuencia de hechos. La finalidad es poder delinear un cuadro claro y correcto de los hechos tal como sucedieron.
De acuerdo a su posición dentro del evento, el sujeto tendrá una visión parcial del mismo y por ello, algunos podrían haber omitido aspectos esenciales. Al escuchar el relato de los hechos de todos los participantes, se conocen los hechos en su totalidad, lo que permite realizar formulaciones completas y tener la sensación de una organización cognitiva.
Uno de los objetivos principales de la sesión de Debriefing es la de suministrar a la personas involucradas, la posibilidad de razonar y ver objetivamente los hechos, en lugar de sentirse dominado por ellos.
Con esta fase, se favorece la compresión del acontecimiento, se construye una imagen global de los eventos con la ayuda de todos los componentes y se evita entrar directamente al campo de las emociones.

3. Fase del pensamiento

Esta fase está enfocada hacia las decisiones y los procesos de pensamiento. A los participantes se les pide que describan por turno, su primer pensamiento o aquello predominante, una vez que se dio cuenta de que la situación era anormal.

Se inicia esta fase con preguntas como las siguientes: “¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos mientras estaba sucediendo el evento?”. El primer pensamiento puede reflejar el núcleo central de la ansiedad. Una pregunta posterior podría ser: “¿Qué hizo usted mientras estaban sucediendo los hechos?” y “¿por qué?”
Al final de esta fase, se profundiza en la impresión que los participantes tuvieron sobre el evento. Las siguientes son preguntas que ayudan a conocer las percepciones: “¿Qué ha visto, oído o percibido por el sentido… del olfato … la vista…etc.?”. Las impresiones sensoriales moldean la base de los pensamientos e ideas intrusas que pueden ser causa de perturbaciones después de un evento traumático.
El compartir y expresar verbalmente los recuerdos con otras víctimas, sobre lo que ocurrió permite, permite disminuir la frecuencia y la intensidad de las ideas y pensamientos. Esto ocurre porque los recuerdos nos vienen a la memoria como estructuras cognitivas que nos previenen actuar en forma accidental. Compartir los recuerdos permite su reorganización y le da una característica menos individual y menos invasiva. En definitiva, durante esta fase, el pensamiento representa la transición del campo emotivo al cognitivo.

4. Fase de la reacción

En esta fase se examinan las emociones y sentimientos y se induce a que la persona los relate. El obviar las emociones y los sentimientos puede perjudicar a la persona por eso es importante que se comparta con el grupo. .
Se solicita a los participantes que compartan las emociones, sentimientos y sensaciones provocadas por la experiencia y como se están manifestando en la actualidad.
La dinámica de compartir las emociones y sentimientos, provoca la percepción de semejanza y normalidad de las reacciones. Se inicia con preguntas como: “Qué idea o pensamiento le han surgido en relación a la experiencia sufrida?” Se la oportunidad a la persona, de hablar sobre sus reacciones relacionadas con ideas o pensamientos del evento.
Hablar sobre emociones, sentimientos y reacciones es fundamental, ya que el propio entorno de esta experiencia es causa de confusión que a la larga pueden dar lugar a dificultades.
Durante esta fase, es importante que todos tengan la oportunidad de hablar, pero el conductor debe estar pendiente de que no surja ningún juicio o crítica. Esto es esencial porque uno de los principales procesos terapéuticos del Debriefing es diseñar con la familia, el amigo o el conocido, las estrategias necesarias para enfrentar los problemas emocionales mutuos y no para tomar actitudes críticas dentro del grupo. El participante deben saber que es saludable expresar sus propios sentimientos y emociones, que estos no lo dominarán y que encontrará apoyo y seguridad en los otros.
Durante esta fase, es probable que alguno de los participantes se emocione de manera incontrolable o muestre signos dolor profundo o perturbación. Ocasiones como esta nos da la oportunidad de incentivar la capacidad de apoyo y soporte por parte de otros, especialmente de aquella persona que se encuentra al lado del que está presentando el sufrimiento o dificultad. En estos casos, el conductor, debe invitar al compañero –o si el caso lo requiere, hacerlo él mismo— a manifestar un gesto de confortación a través de un abrazo o colocando la mano sobre el hombro de la persona que está sufriendo. Este gesto también lo puede hacer uno de los colaboradores, quien debe estar pendiente de las reacciones que surjan en los integrantes del grupo y acudir a brindar apoyo, cuando observe algún tipo de malestar.

Si una persona lo desea, puede salir de la reunión acompañada de uno de los colaboradores, quien se quedará con él hasta volver a ingresar al grupo.
Es importante tener en cuenta que también hay personas que dan la impresión de sufrir mucho, pero que se mantienen en silencio o presentan síntomas extremos. Estas personas son las que corren mayor riesgo. Al terminar la reunión es aconsejable que a estos individuos se les proporcione ayuda individual.
Puede suceder que durante esta fase, surja en alguno de los sujeto, recuerdos traumáticos de su pasado; en estos casos, el conductor con delicadeza debe intentar darle consejo para superar este recuerdo traumático, pero por lo general, las experiencias individuales y no comunes al grupo, deben ser excluidas del Debriefing.

5. Fase de los síntomas

Aquí se discuten con mayor detalle, determinadas reacciones. Durante esta fase es importante que se evalúen los síntomas y reacciones que se presentaron durante y después de la experiencia traumática. Si el grupo no quiere hablar sobre este tema, el conductor comenzará hablando sobre reacciones típicas, a la vez que va preguntando a los participantes si el evento le provocó o le ha provocado alguno de estos síntomas o reacciones.
Se le solicita a los participantes que describan reacciones y síntomas (emotivos, cognitivos y físicos) que hayan experimentado durante la reconstrucción del evento, sus propias conclusiones, sus reacciones cuando llegaron a su casa, durante los días que sucedieron al evento y en el momento actual.
Sin duda alguna, los participantes informarán sobre algunos síntomas que se relacionan con el estrés post-traumático: revivir los acontecimientos, tendencia al aislamiento, imágenes intrusas, estupor. Es posible que algunos sujetos reporten haber tenido impresiones poco significativas o no haber experimentado alguna reacción para el momento del evento y que empezaron a sufrir tensiones muy angustiosos a las 48 horas después del mismo; también pueden informar sobre reacciones fóbicas que pueden surgir sobre el lugar del evento. Asimismo, puede ocurrir que algún participante manifieste que tiene la sensación de no haber obtenido apoyo adecuado por parte de su familia o de su entorno, por falta de comprensión de la experiencia traumática sufrida.

6. Fase de formación y formulación

En esta fase el conductor hará una síntesis de las reacciones que presentan los participantes. Debe subrayar las similitudes en las reacciones y normalizarlas. Es importante resaltar el hecho de que este tipo de reacciones son normales y comprensibles cuando nos enfrentamos a eventos anormales. El conductor debe además mencionar todos los síntomas posibles que podrían presentarse en los días o semanas siguientes y recalcar que estos son síntomas normales que se espera disminuyan después de un tiempo. Esto les permite a los miembros del grupo, crear expectativas y formular algunas estrategias de afrontamiento.
Parte de la labor del conductor en esta fase, es la de enseñar técnicas de afrontamiento al estrés, motivar hacia modelos de comportamiento saludable como sueño, alimentación, descanso, actividad física, evitar alcohol o sustancias nocivas para la salud.

7. Fase de Recuperación.

En esta fase se motiva al grupo para que hable sobre sus proyectos futuros y sus estrategias de afrontamiento: soporte familiar y soporte dado por grupos homogéneos. Aquí se coloca el incidente y la experiencia en una perspectiva apropiada y suministra las indicaciones necesarias para una comprensión constructiva y la solución del estrés o el trauma. Esta es la última oportunidad para aclarar cualquier aspecto, responder a preguntas o interrogantes, hacer las conclusiones y reinsertar nuevamente al grupo a sus funciones normales.

Se debe motivar a los participantes a que conserven la cohesión del grupo y que se mantengan en contacto con el equipo conductor y acudir a el en caso necesario.

8. El seguimiento

Tiene diversas modalidades: telefonear, enviar correos electrónicos (e-mails), utilizar el Chat para responder interrogantes, posterior reunión con el grupo, evaluación psicológica.


Recomendaciones para los coordinadores de servicio

ü  Mantenga al socorrista informado de la situación.
ü  Tanto come sea posible.
ü  Tenga siempre presente las señales de estrés.
ü  Provea rotaciones para los socorristas.
ü  Permita que se hable sobre sentimientos.
ü  Comidas y bebidas apropiadas
ü  Facilidades de servicio higiénico
ü  Proporcione un lugar de descanso
ü  Establezca horarios de trabajo
ü  De oportunidad para que los socorristas expresen sus sentimientos
ü  Nadie, que retorna, se reintegra a su rutina diaria sin haber pasado por desmovilización psicológica.

En caso de incidente crítico:

1. Involucrar a los brigadistas de apoyo psicosocial.
2. Evitar que la familia se entere por medios de la prensa.
3. Tener un equipo de intervención en crisis disponible por adelantado.
4. La notificación la debe dar un superior o amigo del socorrista caído.




Sugerencias:

6 comentarios:

  1. En la intervención psicológica, el debreafing es una técnica destinada a cerrar e integrar acontecimientos potencialmente traumáticos, introduciendo a su vez aprendizajes emocionales y técnicos. Debe realizarse al menos 72 horas después de dicho acontecimiento, con una duración aproximada de dos horas, y una revisión posterior transcurridas ocho semanas.

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  2. El principal objetivo al utilizar estas tecnicas es PREVENIR la incidencia de respuestas psicológicas de carácter inadaptativo en el individuo y la población que puedan afectar el proceso de reconstrucción físico, económico y psicosocial.

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  3. Los equipos de primera respuesta integrándolos con el trabajo del psicólogo del equipo participando en sus programas de capacitación, diseñando programas de contención psicológica en las operaciones sirven de ayuda en la vuelta a la rutina del trabajo y del hogar posterior a la participación en emergencias y/o desastres.

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  4. Un buen tema el que nos presentas, ya que siempre se suele ver una sola cara de la moneda; la cual involucra intervenir con los afectados del desastre que para la mayoría son los sobrevivientes, sus familiares y los familiares de los fallecidos, mas no se considera como tal a los equipos de primera respuesta quienes lidian con el sufrimiento humano en su labor diaria, por ello, requieren de ayuda psicológica para retornar a sus labores diarias de la manera más favorable y a la cotidianidad de sus vidas, sin verse seriamente afectados por dichas experiencias traumáticas. He ahí que radica la importancia de conocer y entrenarse en Técnicas de Desmovilización Psicológica.

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  5. Bueno es papel del psicólogo es el escuchar y normalizar mientras el personal de bomberos u otros trabajan, se le puede brindar un acompañamiento psicológico tan sólo escuchando, dejando que se desahogue, haciéndole ver que sus miedos, ansiedades, nervios son normales ante una situación de alto estrés.

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  6. Muy buen tema, solvento muchas dudas.

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